Este texto es una aplicación de Teatro encuentro, está pensado para hacer a personas que viven en la calle.
Lo escribió Moisés Mato para el Movimiento Cuarto Mundo
EL PUZZLE
Hay gente que tiene pesadillas, que sueña
que cae desde el último piso de un edificio enorme y se despierta justo antes de estrellarse
contra el suelo. Yo también tengo pesadillas. Dolorosas, terribles, pero nada
espectaculares. Estoy entre la gente, les sonrío, me sonríen, a veces incluso
nos tocamos y hasta nos besamos,... Desde fuera todo parece ir bien y sin
embargo no es así, en absoluto. En el sueño me veo como un fantasma, como un
espasmo, un ser vacío, incapaz de amar. Y eso me produce una enorme angustia.
Me despierto, sudando, y arrastro toda la jornada la impresión de la tortura
nocturna. El día rara vez me sosiega. A medida que transcurren las horas, se
cruzan las miradas y se estrechan las manos
crece dentro de mi la percepción nítida y precisa de mi incapacidad para
amar. Amar a otros, sin más, por que sí. Quererlos de verdad, que me preocupen,
que desee su bien aunque sea contra mí. ¿Cómo debe de sentirse uno que ama sin
más razón que el amor, gratis y espontáneo, como si fuera natural?
Los días que no tengo pesadillas intento
no pensar en ello.
Hoy no he tenido esa pesadilla y sin
embargo he vuelto a sentir algo parecido.
Mira.
(Muestra una pieza de un puzzle)
Acostumbro a guardar cosas inútiles que
encuentro por la calle. Hoy encontré esto y lo guardé sabiendo que es algo
inútil. ¿De que sirve una pieza sin el resto del puzzle?. Es más, ¿De que sirve
el resto del puzzle si le
falta una sola pieza?. Mi sobrino tenía un puzzle de 500 piezas, perdió una y dejó de interesarle.
falta una sola pieza?. Mi sobrino tenía un puzzle de 500 piezas, perdió una y dejó de interesarle.
-
Pero todavía tienes 499
piezas – le decíamos todos.
-
El dibujo ya no podrá estar
nunca completo – Respondía casi enfadado- En el puzzle todas las piezas son
imprescindibles.
Y nos dejaba a todos sin argumentos.
Esta pieza está tirada en medio de la
calle. Eso quiere decir que hay un puzzle que nunca estará completo. Exactamente lo mismo sucede en la sociedad;
si hay alguno, aunque sea uno, que no puede pertenecer a ella, esa sociedad no
está completa. Si cuando todos nos metemos en nuestras camas, en ese mismo
momento, hay hombres y mujeres, aunque sea uno solo, que tiene que dormir entre
cartones, ya se rompe la sociedad. Si uno ya no puede pertenecer a esa
sociedad, la sociedad queda incompleta.
Pero llegado el caso no decimos como mi
sobrino. “Ya no me interesa esta sociedad, no la quiero. ¿De que sirve si
dejamos a un ser humano en la calle?”.
No lo decimos, por que no lo pensamos en
serio. A nadie se le ocurre cuestionar el funcionamiento de la sociedad por que
unos cuantos cientos, miles, se queden fuera. Nos conformamos con mirar la
parte del puzzle en la que estamos. Es un puzzle de miles de piezas ¿Por que
razón fijarnos en que faltan unas cuantas?
Pienso que por eso tengo esas pesadillas
horribles. Quizás todo el mundo las tenga sin saberlo. Una parte de nosotros
grita que se siente incompleta, que necesita de todos para ser realmente quien
es. Quizás la pesadilla sea una alerta, un estado de conciencia. La naturaleza
humana se resiste a dejar morir el amor.
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