Traspasando fronteras.
La primer frontera que marcamos entre nosotros y otra persona es la mirada. En un planeta delimitado geográficamente por muros, vallas, retenes, casetas y fronteras ficticias pero con consecuencias absolutamente reales, no nos hemos escapado de hacer lo mismo con nuestras miradas.
En este juego pocas veces distinguimos quién gana y quién pierde, o qué se gana y qué se pierde… la “comunicación” masiva, el ciber-espacio y las multitudes nos brindan la sensación de estar siempre acompañados, pero solos a la vez.
Es en este contexto que el Teatro Encuentro encuentra su lugar, que el texto Palabras encuentra su eco en las palabras y la mirada del otro que lo escucha y lo siente. Éstas miradas se cruzan: el no-actor es ser humano, y el tradicional espectador es ahora también ser humano. Somos lo que nunca hemos dejado de ser: “Todoshumanos. Todoshumanos y todo el rato. Desde el primer soplo de vida hasta el último.”
