martes, 15 de diciembre de 2009

Segunda fase: El jarrón roto


Tuve la suerte de poder explorar las posibilidades que Teatro Encuentro ofrece a la hora de trabajar con un grupo de personas determinado. En mi caso, se trataba de un grupo de 11 jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y 19 años, todos ellos hijos de emigrantes latinoamericanos.

Tras varios meses de trabajo, en los que habían llevado a cabo experiencias teatrales corales, afrontamos la etapa final con Teatro Encuentro. Asumieron un mismo texto, el cual partió de sus respuestas a una pregunta: “¿Qué es por lo que estarías dispuesto a jugarte la vida?” Todos contestaron de forma personal e individual. Sin embargo habían coincidido en la respuesta: La familia. Todos ellos habían visto como sus familias se separaban a causa de la emigración. Habían sufrido la soledad que deja una familia rota, y toda su lucha iba dirigida a que su familia siguiera unida a pesar de todo. De esta experiencia habla el nuevo texto titulado: “El jarrón roto”.

Los ensayos con este texto, supusieron un proceso de ruptura para muchos de ellos. A medida que iban integrando técnicamente el texto, también iban conectando con recuerdos dolorosos de sus vidas. Iban descubriendo la verdad del texto. Este fue un punto crucial de todo el trabajo. ¿Cómo hacer para superar ese dolor?La clave para levantar el vuelo, fue descubrir que no estaban solos, que sus compañeros también sufren, que a quién le vayan a representar el texto, probablemente también tendrá una historia de sufrimiento que éste le haga aflorar. Al tomarse Teatro Encuentro como un regalo hacía el otro, con una actitud de servicio hacia los demás, se es capaz de sanar heridas. Fue una decisión personal y libre, la que este grupo de jóvenes tuvo que tomar. La mayoría opto por seguir adelante, otros optaron por apoyar a sus compañeros sin tener por que interpretar el Texto, pero nadie opto por abandonar. Teatro encuentro hizo más fuerte a este grupo.

Se representó de una forma distinta a como se suele hacer Teatro Encuentro. Fue el día de despedida, en el que se invitó a los propios familiares y amigos de este grupo de jóvenes. Se les dividió en pequeños grupos, y las actrices y actores fueron a hacerles Teatro Encuentro. Ver a personas esforzarse por superar miedos y dificultades es una alegría para cualquier educador. Gracias a esta técnica llamada Teatro Encuentro, me fue concedido el privilegio de dar sentido a mi labor como educador.

Alejandro Herranz después de un año entero trabajando con jóvenes distintas técnicas teatrales, lleva a cabo una segunda fase de Teatro encuentro y aquí nos lo cuenta:

1 comentario:

teatro encuentro dijo...

Laura dice:
Tuve la oportunidad de asistir al cierre del curso anual donde los chicos representaban "El jarrón" el texto que habían preparado de Teatro encuentro. Allí estaban tanto los amigos como los familiares de estos jóvenes. Nos dividieron en grupos para ver esta representación de una manera más cercana. Yo la vi representada por un joven actor que aunque muy nervioso transmitía con sus gestos y palabras la importancia y trascendencia del texto. Después se abrio un diálogo donde todos hablamos de lo duro que es una ruptura familiar, y él nos explicaba sus dificultades personales y las de sus compañeros con el tema.
Fue una experiencia maravillosa, esos jóvenes me parecieron muy valientes por hablar de ese tema frente a sus familias, y dar un primer paso hacia el diálogo.
Desde aquí doy mi enhorabuena a Alex y a sus alumnos por el proyecto.